Ansiedad Interior o Exterior:

Me apetecía compartir con vosotros este tema porque es algo que me ha pasado siempre y qué menos que comentar mis experiencias con los demás. La ansiedad ha sido algo que ha ido pasando en mi interior durante bastante tiempo, de hecho, hablé sobre ello en la entrada "Ansiedad" (pinchad e iréis a ella, si no la habéis leído ya y os apetece). Quiero recalcar que lo diga aquí va enfocado a mi experiencia, además que "Ansiedad Interior o Exterior" no es ningún término médico ni nada por el estilo, lo entenderéis seguidamente.

Si eres una persona que has padecido ansiedad, sabrás que, normalmente, es provocado por una sensación de miedo, estrés o pánico (al menos, en mi caso) pero, lo que no observamos es si es provocada por nosotros mismos o viene del exterior, es decir, de alguna persona que nos ha provocado ese estado nervioso o de pánico o un acontecimiento que ha ocurrido a nuestro alrededor. He tenido ambos, muy a mi pesar, todavía no sé muy bien cómo controlarlo pero voy prosperando haciendo varios ejercicios de respiración. No es fácil estar en una situación así, todo tu cuerpo permanece en un estado nervioso de manera constante hasta que se pasa, dejándote restos los días siguientes.

En cuanto a la ansiedad que se provoca cada uno, creo que es algo que nos debemos trabajar todos nosotros, dado que, es algo que está en nuestro interior o en nuestro carácter que provoca esta situación. Por ejemplo, en mi caso, tengo un sentido del perfeccionismo y la responsabilidad muy elevado, no podía evitar publicar en los blogs cada día y se me hacía bastante tarde para adelantar el libro, eso me provocaba nerviosismo, lo cual, seguía la ansiedad porque no llegaba a todo lo que quería hacer. A todo esto, se le añadió un estado de frustración porque no tenía los horarios más organizados, empecé a hacerlo pero también me quitaba tiempo, era una especie de círculo vicioso demasiado incómodo para mi cuerpo, así que, dijo "basta" y cada día me levantaba con dolores fuertes de espalda y cansancio, añadida la dificultad para ir al baño y tensión en todo mi cuerpo. Fabio fue el que me abrió los ojos en este aspecto, si no publicaba en un día o dos, no pasaba nada, tenía que hacer lo que me apeteciera, no tenía que marcarme esas pautas tan estrictas porque ya no estoy en la Universidad, algo que me dio qué pensar. Estaba tan acostumbrada a esto cuando estudiaba que ahora lo seguía haciendo, me organizaba de la misma forma y había acabado igual que cuando estaba allí y era algo que tenía que cambiar. Así lo hice. Si no publico un día, no pasa nada, si me apetece escribir el libro antes que cualquier otra cosa pues me pongo a ello sin problema y sin pensar en que no llego a todo, sino, ya sabemos qué ocurre.

La ansiedad interior, como yo la llamo, es una forma de exigirse demasiado a uno mismo, de llevarnos hasta un límite al que, evidentemente, podemos llegar pero exhaustos. Es como las personas que tienen un despacho y un montón de papeles con los que ponerse a trabajar, están hasta las diez de la noche en la oficina y no dan para más, siempre estresados, siempre con cosas en la cabeza e incapaces de desconectar. Al final, termina provocando ansiedad y es el límite que no hay que permitir cruzar porque, sino, tienes síntomas que no son nada sanos ni cómodos y tampoco es que te sientas muy centrado en tu trabajo o tus quehaceres diarios con todas esas sensaciones en tu cuerpo, ¿verdad? Si no os da tiempo a hacer algo, no pasa nada, posponedlo y ya está.

En cuanto a la ansiedad que viene del exterior, es la que suele ocurrirme más a menudo ahora que he controlado mejor la anterior. Resulta que siempre nos topamos con personas con las que no nos llevamos del todo bien, no tenemos las mismas creencias, formas de pensar, ni siquiera de sentir y lo que hacen es provocar situaciones tensas a nuestro alrededor sin tener que ver demasiado contigo pero estando presente, lo cual, hace que me provoque ansiedad. Hay personas que no influyen presión sobre nosotros directamente, sino, de forma indirecta porque suele afectar a nuestros seres queridos o anuestra pareja. No es nada agradable llegar a casa de una cena familiar que ha sido un desastre con sensación de ahogo, tensión en el cuello, angustia... son situaciones más que incómodas y que no nos combienen en nuestro día a día, hay que apartarlas de nosotros como sea. De hecho, a ese tipo de personas tóxicas procuro no verlas o no hacerlo demasiado para no provocar estos excesos que hacen que esté unos dos o tres días hecha un desastre. Os aconsejo hacer lo mismo, dentro de lo que podáis hacer. También hay personas que sufrimos este tipo de cosas cuando estamos con mucha gente en un supermercado, nos agobiamos y nos da ansiedad (en mi caso, millones de veces), id a unas horas en las que no haya demasiada gente y veréis que ya no se pasa tan mal...

Hay cosas que no podemos posponer pero, por nuestro bien, tenemos que hacerlo. Hay personas que no podemos alejar porque tienen que ver con alguien que queremos o alguien cercano, intentad no ver a esas personas demasiado y tratad de respirar profundamente porque, tarde o temprano, empezaremos a dominarlo y a sentirnos bien con nosotros mismos.

¿Cuál es la más habitual en vosotros? ¿Lo habéis superado? 

Espero que os haya gustado esta reflexión y también que os ayude a los que sufrís de esto a poner una solución pronto. Un beso y un abrazo, lectores.