Zombilandia:



La sociedad nos arrastra a la cotidianidad, a mostrarnos lo que está bien y lo que está mal como si nosotros fuésemos máquinas que hacen justo lo que se les dice con un asentimiento, nos dice cómo debemos sobrevivir a las adversidades, si debemos tener hijos o no porque la mayoría los tienen a ciertas edades, cómo debemos actuar, etc. Somos  como una manada de zombies que se dirigen a su perdición misma, aunque caigan en un precipicio, siguen hacia adelante con lo enseñado desde que han nacido con toda la burocracia que compone el mundo y nos rige como pilar universal, como si no pudiésemos hacer nada sin un papel de esto o lo otro, nos vemos eclipsados por un montón de cosas que no deberían tener tanta importancia para nosotros como realmente han mostrado que la tiene, un error, a mi parecer.

No se pretende cambiar las cosas, no hay ni un solo motivo para ver las cosas desde otra perspectiva y ni siquiera se espera que las personas sepamos vivir de otra manera más relajada y sin estrés añadido cada día (no lo digo por mí, es en general). Si observamos a las personas que van por la calle cada día, nos daremos cuenta de que todas tienen prisa, ni un minuto para escucharse a sí mismos, para decirse unas palabras de ánimo al empezar el día o tan siquiera para pensar en algo positivo y que dé fuerzas para llevar el día a día. Hay una especie de programación que lleva a todo el mundo a seguir una misma línea y un mismo camino que, para mí, no es el correcto pero es totalmente respetable, cada uno que haga lo que quiera con su vida, sus rutinas se basan sencillamente en ser otro zombie más en una sociedad que se ha vuelto caótica aunque parezca que es de lo más moderna y con una buena y bonita constitución.

Por todo ésto, siempre he permanecido en mi burbuja, observando y manteniéndome al margen, sin seguir a manadas demasiado manejables como para dejar de ser ellos mismos, tampoco he querido ser alguien que no soy para agradar a los demás porque me parece de una falsedad irrefrenable y, encima, con cierto recochineo, lo cual da a entender que esa persona es masoca porque le gusta hacerse daño a sí misma, al parecer. Siempre he permanecido en la sombras, en la invisibilidad, nunca han notado que estoy ahí, al lado del pesado de turno o con la más fresca de clase; lo que quiero decir con esto es que he tenido que esconder quién soy durante tanto tiempo y fue tan molesto que no entiendo cómo pueden aguantarse las personas a sí mismas haciendo esto. Soy feliz con mis cosas, en mi casa, con mi pareja y sin nadie más que interrumpa constantemente mi paz porque ya ni siquiera me molestan las miradas inquisidoras de alguien que no es capaz de mirar más allá de sus narices (hablo en general, que nadie se ofenda).

Todos formamos parte de un control absurdo que todavía no entiendo y que nos hace ser mucho más manejables. Que si te tienes que dar de alta en no sé dónde, que si te tienes que renovar el carnet porque sino te denuncian, que si hacerte una tarjeta para no sé más... osea, ¡todo control! Y no creáis que es para nuestro bien, es para sacar dinero y para mantenernos lo más observados y controlados posible, aunque en el fondo seamos un número más de la sociedad y del mundo en sí, porque ni el Presidente del Gobierno ni la reina, van a saber mi nombre, ¿verdad? Ni el vuestro, ni el de nadie que no esté en su mismo círculo, así que, ¿para qué tanta burocracia? Imaginaos si veo esto tan claro que cuando he salido a hacer unas gestiones, ni me acordaba de todas las movidas que se tenían que hacer, me han tenido que explicar todo y hacerlo poco a poco, así de desconectada estoy. Me podrán decir que soy un desastre pero, por lo menos, no estoy viviendo en el mundo ese que viven los demás que desgasta más que otra cosa.

Por lo que he podido ver desde que tengo uso de razón y desde que veo a jóvenes andar por la calle, que no les han enseñado lo bonito de la vida como es disfrutar de la naturaleza, comer de forma natural y saludable, amar a los animales y bueno, disfrutar de todo e intentar relajarse con velas, inciensos, meditaciones... no sé, es que veo que todo el mundo está orbitando alrededor del consumismo y las drogas (por qué no comentarlo), todo es muy mental pero nada es espiritual ni quieren propiciarlo, es mayor el escepticismo que encontrarse en un alrededor menos complejo y más dinámico. Pero bueno, aquí se prefiere poner orden y mando, los demás somos controlados como marionetas y haya paz y aquí gloria, así va todo...

Las personas andan por la vida sin respeto, sin agradecer lo que tienen y, por si fuera poco, se piensan que son únicos cuando realmente son un zombie más en el equipo al que manejan como quieren. Pero esto va desde farmacias a supermercados y a todo tipo de tiendas de consumismo, nadie se parará a pensar un momento y decir: "ah pues, si me pasa esto o lo otro cuando como X cosa, pues voy a probar un alimento más natural que, lo mismo, no me hace ese efecto". Pues no, aquí la gente prefiere ser masoca y seguir haciéndose daño, pues ala, cada uno... con esto no digo que soy la que más sabe del mundo ni nada pero es que veo unas cosas a veces que me quedo alucinada, es lo que he dicho antes, a personas como si fuesen robots que no saben pensar por sí mismos y los tienen manejados como quieren desde la televisión (las noticias y más mierdas que ponen) hasta podríamos hablar del periódico donde influencian sobre todo, ¡es agotador!

Decidí hace algún tiempo, retirarme del campo donde sé que siempre estarán los zombies acechando, buscando a alguien a quien comerse y que se vuelva como ellos. La verdad es que hay que buscar alternativas, hay que tener un poco de personalidad, esa burocracia que siempre tenemos que cumplir estará siempre ahí pero cuánto más separados nos sintamos de estas cosas mejor (tenerlo todo en regla pero ahí se queda) y alejarnos de personas que no nos aportan nada como personas.


Espero que os haya gustado la reflexión, lectores. Un beso y un abrazo.

Comentarios

  1. ¡Hola! Pienso igual, de hecho nos tienen muy controlados, todo tiene como diría mi madre pins y pons que les indican dónde estamos o qué hacemos.
    Yo intento vivir como tú dices aunque a veces las situaciones me superan, esta semana tengo una supermovida con los vecinos que conlleva una derrama enorme, problemas con otro vecino y unos seguros...son cosas que ahogan pero yo intento respirar hondo y buscar cosas buenas.
    He intentado educar a mis hijos para que no sigan a la manada y tengan personalidad, son y somos muy de naturaleza(en mi familia todo el mundo lo es), y de animales(vivo en un minizoo pero respetuoso) y lo de comer sano ni te digo, mi hija es vegana y mihijo vegetariano.
    Besos y muy de acuerdo contigo en todo.

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    1. Pues yo soy así también, no soy vegetariana 100% pero me gusta comer lo más natural y sano posible. Es que, realmente, hay tantas cosas que nos controlan y que debemos seguir por narices que a veces te pierdes y que no tiene ni tanta importancia.

      Me alegra de que haya más gente que piensa igual o de forma similar, es un alivio. Besillos y gracias por tu comentario.

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  2. Hola compañeras del camino! Soy bastante novata por las redes, como quizás ya sabéis, pero ya me he llevado muchas alegrías conociendo personas como vosotras.
    Sí, yo también estoy en vuestro bando. Es decir un poco "rara" para la sociedad. Me resisto a ser un zombi, he sido durante muchos años vegetariana; ahora por circunstancias que no vienen al caso, medio medio, pero podría ser vegana; me aparto de los rebaños y las manadas y prefiero trabajar a favor de la paz que combatir la guerra, etc,etc.
    ¡Trescientos seguidores! Seré humilde y confesaré que tengo dieciocho y aún así me siento afortunada. A todos me gustaría darles un abrazo y las gracias por haber encontrado en mí algo que les gustara.
    Como este es tu blog y no el mío, voy a pararme ya. Si queréis visitarme, mi humilde blog es (anapalaciosv.es) solo tiene unos meses, es sencillo y reflexivo, con entradas sobre "animales de cuatro patas" y alguna otra cosilla. Si queréis conocerme más, será un placer recibiros.
    Gracias por compartir. Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Ana! Gracias por comentar y perdona si no he podido contestar antes pero añado bastantes entradas diarias y, a veces, se me "traspapelan" comentarios. Me alegro de que haya más gente como una servidora que ya de por sí es bastante rara y me encanta que se diga porque cada vez parece que somos más.

      Han sido tres añitos de blog preciosos, compartiendo muchísimas reflexiones y relatos, al igual que personajes, por supuesto. A mí también me gustaría conocer a todos los que me siguen, sería muy emocionante y lo agradecería plenamente. Me pasaré muy pronto por tu blog.

      ¡Un saludo, guapa!

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