Encuentros:



Hace unos días, volví a ver a alguien que no esperaba ver y era una persona que conocí en la calle, siempre fue muy alegre, simpática y no entendía mucho el español, así que, terminé enseñándole un poco. Era muy inocente, mal pensada, muy tímida, siempre sonriente, hablaba de cualquier cosa porque como no entendía nada pues... no sé, era divertido. Pues el día que me crucé con ella había pasado de ser una ignorante total de España y su idioma a controlarlo del todo, con un toque un tanto de su país a la hora de hablar que todavía se notaba pero seguía siendo aquella joven que conocí, estaba diferente como es evidente, y había asumido y aceptado muchas cosas en su entorno, de hecho, se llevó varias decepciones habiéndose casado con un chico y habiendo salido ahora de divorciarse de él. La verdad, la conversación fue bastante intensa en cuanto a lo que viene a ser el contexto y tema.

Vengo a tener un problema con ésto de los encuentros casuales con conocidos, amigos o tan si quiera familiares. Lo que me sale totalmente automático es no saludarles, hacer como que no les veo y creo que lo hago tan a menudo porque me es más cómodo que quitarme los auriculares y prestar atención a alguien más. No es que sea egoísta y solo quiera escuchar mi música, es que no me apetece mediar palabras con personas últimamente, tan solo con las que aprecio. Digamos que he pasado por unos periodos en mi vida en los que creo que cuánto más hablas con tu prójimo peor porque terminas tú escaldada, entonces prefiero evitar conversaciones. Prefiero cambiar de calle o mirar hacia otro lado para que la persona no me vea, me ha empezado a incomodar que me paren por la calle para hablar de cualquier tontería banal o contar qué tal durante todo el tiempo que no nos hemos visto, me parece incluso, hasta agobiante.

Lo mismo todo lo que he comentado antes, puede provenir de mi aversión por la sociedad, algo que voy a ir superando a la fuerza en un futuro porque me voy a encontrar con gente que, lo mismo no me va a gustar pero tendré que pasar el bache, como el que pasé en la Universidad con la panda de pijos que se me presentaba cada día, malcriados y niños de papá y mamá, tan insoportables como sus voces. Simplemente, pienso que las cosas no se han hecho de forma correcta, todo son creencias de cada uno, lo sé, pero pretenden que los demás les soportemos sus tonterías y que seamos esclavos de sus palabras, la verdad, estoy cansada. Es un tipo de gente que no va conmigo, no quieren comprender las posturas de los demás, lo que creen o lo que dicen, no respetan al otro y, mucho menos, intentan empatizar con él, por ésto mismo creo que tampoco tengo ningunas ganas de pararme a hablar con nadie en la calle, van a ser conversaciones demasiado banales y para hablar de un pasado que ya pasó, pues menudo aburrimiento.

Hay veces que nos encontramos con personas tan agradables que dices: "Oye, ha valido la pena pararme o quedar con esta persona". Con ellas realmente conecto y me alegro de encontrármelas por la calle, de verdad, es un gusto hablar con ellas, volver a tener contacto y volver a esos puntos en común que compartíamos la primera vez que nos conocimos. Eso también es algo difícil para mí, el conectar con la gente. Decimos conectar pero es mucho más complicado que eso, dado que, diría que es más una fuerza o energía que hace que ambas personas fluyan con sintonía y si de por sí ya se entienden, tienen cosas en común y están a gusto juntas, pues haces el cupo completo. 

Pero anteriormente siempre ha sido para mí un peso el hecho de INTENTAR tener amigos, dado que, era lo que estaba bien visto en la sociedad, si los tienes eres alguien en el grupo, dejando de ser invisible. Aunque os sorprenda, muy pocos he tenido, como mucho unos cuatro amigos con los que contar porque los demás ya me he dado cuenta de que poco sirven si no están ahí cuando les necesitas; la verdad, he sido alguien muy solitaria y no he necesitado a nadie para que compartiera nada conmigo, es más, ni siquiera esperaba que alguien quisiera hacerlo y si lo hacían, me parecía extrañísimo. Así que, que sea conocido y se enrrolle como las persianas me da ganas de salir pitando antes que querer pararme y hablar con esa persona; tiendo a evitar estas situaciones, demasiada palabrería y muy poco fondo, pero bien, ¿qué más se puede esperar de una sociedad rota y sin sentimientos? Pues eso, pura tontería.

Con ésto no digo que no valga la pena hablar con nadie, tan solo digo que hay momentos en los que se prefiere ignorar a quien se conoce para dejar las situaciones pasadas donde están y para no tener que decir más de lo que deberías decir. Los amigos son buenos aliados y hay que recordar que elegimos a nuestros amigos no ellos a nosotros, sería un completo error. Además, nadie debe decirle a nadie si tiene que tener amigos o no, si esa persona se completa ella misma y no tiene necesidad de tener a nadie más, que crezca interiormente como buenamente le apetezca. Por último, decir que nos debemos quedar con todos esos encuentros que forman parte de nosotros, con aquellos que conectamos profundamente y que si no les hubiéramos conocido, la vida no sería igual sin ellos; en esos momentos, sí vale la pena pararse y tener una buena conversación.

                     
                                    Espero que os haya gustado esta entrada. Un beso a todos. 

Comentarios

  1. Muy bueno e interesante lo que decis. Yo tampoco soy de tener demasiados amigos. Muchos de la adolescencia de casaron, formaron familia, tuvieron hijos. Por ahio me veran extraño que yo siga solo. Estan en otra. O yo estoy en otra. No se. Depende como lo mire la gente. Yo por ahora no tengo ganas de formar familia. Me siento bien asi. Despues fui a talleres literarios, grupos de biodanza, teatro. Conoci nueva gente. Aprendi muchas cosas que antes ignoraba o nadie me las habia enseñado. A la vez que ellos dicen que "tambien aprendieron de mi" . No se si sera cierto o para quedar bien conmigo. Con mis padres tengo una relacion formal. Son mas conservadores, controladores. No me da para decirles mis cosas mas intimas. Bueno. Esa es mi vida. Lo importante es estar bien con uno mismo y hacer lo que mas le gusta. Lo de afuera es de palo

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Gracias por tu comentario y por compartir tu experiencia. Lo importante es ser uno mismo y estar a gusto con lo que se hace y no importar lo que hagan los demás o copiarlos porque no tiene sentido.

      Un saludo.

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