Dedicarse Tiempo a Uno Mismo:



Quería compartir con vosotros lo que he aprendido tras tanto tiempo intentando encontrarme a mí misma, realmente, han sido dos años. Era una persona que dedicaba el tiempo a estudiar, a complacer a los demás, a fijarse solamente en la superficialidad que residía en la Universidad y en lo esencial para vivir, dejé de prestarme atención a mí misma, digamos que me di por sentado. Hasta que no sentí dentro de mí la necesidad de cambiar de rumbo, no empecé a ver lo importante que era dedicarme tiempo a mí misma, a recuperarme de todo lo acontecido, a meditar y a tenerme en cuenta. No podemos dejarnos de esta forma, no podemos ir a trabajar, volver a casa, ver una película y no mimarnos, no prestarnos atención, no escuchar nuestro cuerpo, no tener en cuenta cada palabra que nos dice el otro y sonreír en un ambiente de naturaleza.

Estaba tan ocupada estudiando, teniendo la cabeza a mil por hora, yendo de aquí para allá que no reparé en que no dejaba tiempo para la lectura con lo que ha significado para mí, para dar rienda suelta a mi creatividad, para abrirme a experiencias nuevas o para dedicarme a escribir, una de las cosas que siempre me trae paz y me centra. Tampoco me daba cuenta de que mi piel cada vez estaba más seca o que tenía las uñas fatal, incluso por el hecho de que ni siquiera me había sentado un minuto a pensar en cómo me había ido la semana y por qué estaba siendo tan mental cuando no era así en absoluto. Estaba segura de que no estaba llevando las cosas demasiado bien pero, era como una obligación hacer lo mismo de siempre, como una responsabilidad impuesta de que era capaz de hacer todo lo que hacía y, otra vez, pasando por encima de mí, sin siquiera preguntarme si me sentía bien haciendo lo que hacía. Aunque al principio sí, más tarde empecé a ver que la Universidad no era lo mío y estaba dejando de lado tanto mi salud mental como física, me estaba descuidando.

Tras aquel trauma, no me había sentido bien ni emocional ni físicamente (como otras veces he comentado ya), así que, en cuanto dejé la Universidad decidí centrarme en mí misma, quería ver cuáles eran mis necesidades, estaba abierta a cuidarme por primera vez en mi vida (y sí, era la primera vez). A veces, vivimos tan ajetreados en nuestro día a día que no percibimos las necesidades propias, pasamos por alto el hecho de que debemos dedicarnos tiempo, de que mimarnos es una parte importante de nuestras vidas, ya sea dedicándonos a lo que nos gusta o dándonos un baño relajante, da lo mismo, simplemente, debemos estar pendientes de nosotros y no tanto del exterior, ese que nos habla de forma constante y no nos deja abrir las puertas a aprendizajes nuevos, a formas de ser, de estar con nosotros. A mí, me servía de mucho acercarme a cualquier parque y ponerme a escribir, tan solo necesitaba una libreta y un bolígrafo, los pájaros ayudaban a crear ambiente y me ayudaban a inspirarme, me conectaba conmigo misma y, de alguna forma, me sanaba y hacía que mi autoestima volviera a equilibrarse.

Por ello, siempre digo que estar solo no es tan malo como lo pintan. Soy una persona que ha disfrutado de la soledad desde pequeña, de mi propio espacio, de la quietud de mi entorno, del silencio que podía ayudarme a crear cosas nuevas, no hay que estar tan pegados a alguien para estar completos, a veces, la soledad es necesaria. Vivo con mi pareja y muchas veces no está en casa o al revés, lo que hago en vez de deprimirme y sentirme sola es dedicarme tiempo a mí, tanto para reflexionar, como para leer, escribir en los blogs, dedicar tiempo a cuidarme en cuanto a alimentación, a mi piel, a organizar mi tiempo, salir a andar y poner la música que me apetece escuchar. Cuando termina el día me siento bien conmigo misma, he hecho lo que tenía que hacer (a modo responsabilidad) y me he dedicado a lo que me gusta de verdad, no hay nada comparado a esa sensación. Con Fabio hago también muchas cosas, son actividades conjuntas de las que disfruto mucho, nos reímos, hacemos tonterías, cantamos, incluso bailamos (aunque os parezca mentira), las bromas, los abrazos... en fin, son cosas compartidas que se disfrutan en compañía pero no hay que dejarse a uno mismo, es algo que aprendí y me hizo darme cuenta de que primero debía atenderme a mí y luego a los demás (a parte de que mi madre siempre me lo ha dicho y hasta que no lo he vivido no he parado de pasar de mí, así que, ¡lección aprendida!).

Nuestros peores momentos son los ideales para dedicarnos a nosotros, para refugiarnos en nuestro interior y reflexionar sobre aquello que nos preocupa y podemos solucionar, incluso, el dedicarnos a nosotros nos puede ayudar a aliviarnos, a desconectar de todo aquello que nos pesa y nos duele, es una forma de denotar que sabemos formar parte de nuestro pequeño mundo perfecto y que podemos disfrutar de esa soledad que nos han brindado, ¿por qué no? Si podemos ser negativos y auto criticarnos día tras día sin darnos cuenta, también podemos mimarnos y prestarnos atención, es de vital importancia, sino, cuando te percatas, ya te has casado, tienes tres hijos, dedicas toda tu vida a los demás y cuando cumples los cuarenta estás cansada, extasiada y vacía porque no te has dedicado ni un minuto al día para ti misma, sino para los demás y es un error bastante común que terminará por entristecerte y arrepentirte de aquello que no hiciste.

¿Vosotros os dedicáis tiempo? ¿Os gusta mimaros? ¿Creéis que no nos dedicamos el tiempo suficiente a nosotros?


Espero que os guste esta pequeña reflexión, que os ayude a daros cuenta de si realmente os dedicáis tiempo y, si no lo hacéis, que empecéis a hacerlo porque es muy importante. Un beso y un abrazo, lectores.

Podéis visitar y seguirme en Instagram, cada día tenéis actualizaciones sobre mi día a día y fotos nuevas: 

También, podéis seguir la página de Facebook del blog: 

Por último, seguidme en Twitter: 

Comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo con lo que has dicho aquí, Laura. Debe tener tiempo para usted. Si no lo hace corre el riesgo de que agotan su emocional "cuenta bancaria", y cuando eso sucede que no sirven de nada a nadie, ni siquiera a sí mismo.

    Todos nosotros necesitamos tomarnos el tiempo para hacer "depósitos" en esa cuenta. Es tan necesario como amarte a ti mismo primero es ser capaz de amar a otra.


    I fully agree with what you have said here, Laura. You must take time for yourself. If you don't you risk depleting your emotional "bank account," and when that happens you are no use to anyone, not even yourself.

    All of us need to take time to make "deposits" to that account. It is as necessary as loving yourself first is to be able to love another.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te gustara. Creo que es una cosa importante para realizar en nuestro día a día, centrarnos en nosotros, en nuestras pasiones, en lo que nos gusta... para darnos la sensación de estar en paz con nosotros mismos y a gusto con lo que nos rodea, no todo debe ser responsabilidad y estrés, superficialidad externa... ¿verdad?

      Gracias por comentar, como siempre. ¡Besos!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Delincuencia Convencional y No Convencional:

TAG del Metalero:

Serie "El Mentalista":